Este ciclo nace como consecuencia de los talleres de entrenamiento y montaje que Mariano Dossena ha llevado a cabo a lo largo de todo el año pasado. El motor principal fue investigar el quehacer teatral a partir de las diferentes obsesiones del autor que aparecen a lo largo de toda su obra: la herencia, la dominación, los secretos familiares y los cuestionamientos sociales.

La dramaturgia de los dos espectáculos, cuya selección estuvo a cargo del propio Dossena -en constante diálogo grupal-, partieron de piezas tales como: "El Pelicano", "Sonata de Espectros", "Danza Macabra" y "Señorita Julia". A partir del recorrido individual y colectivo de cada uno de los actores, fue surgiendo la estructura dramática: aquello que, con la voz tan particular de Strindberg, la cooperativa buscaba contar. Como decía el propio autor `es increíble como una historia puede ser contada de manera totalmente diferente´, nacen estas dos nuevas propuestas, cuyas tramas -si bien ambas abordan las problemáticas filiales frente a una herencia- suceden en espacios diametralmente opuestos. Mientras "Constelación Pelicano" ocurre en la desolada y umbría península Sueca; "Lobos y Corderos" se desarrolla en el seno de una familia aristocrática. La muerte del padre, con todo el bagaje de sentido que esto implica, es la situación inicial en las dos ficciones. En ambos espectáculos aparece una fuerte reflexión en torno a la lucha de clases y sus abusos -cuestión que guio todo proceso creativo-con el deseo de analizar el mundo contemporáneo donde la vigencia de la metáfora strindbergiana es de una potencia avasallante.

"Para mí es un de un placer enorme dar a conocer este trabajo, por varios motivos: es el fruto de un año intenso de investigación, con dos grupos en paralelo, en el contexto de mi labor como formador/entrenador de actores. Las diversas subjetividades que participan, siendo para alguno de ellos su primer trabajo profesional en teatro, junto a otros que aportan su larga experiencia con una absoluta libertad y generosidad, generaron un lazo donde, a través de la riqueza de la diversidad generacional, aquello que empezó a emerger en escena se fue tornando, cada vez más, un acontecimiento intenso. Por otro lado, el modo en el que se lleva a cabo el ciclo, donde todos somos parte de una literal cooperativa - si bien ya ha sucedido en nuestro país en décadas anteriores, mediante la militancia de los enormes maestros que hemos tenido, tales como Alejandra Boero, entre otros- aparece como una respuesta social frente a la crisis actual de nuestra sociedad, que nos recuerda el poder de lo colectivo. Una experiencia social que, sin lugar a dudas, busca dialogar con la difícil y cruda realidad que estamos atravesando en tanto artistas y en tanto ciudadanos. Y si en algún punto, este proyecto funciona como motor para nuevos modos de pensar la actividad teatral (en tanto comunidad, cooperativismo y principios de igualdad), yo ya estoy más que satisfecho", declara Mariano Dossena