Peligran los vasos

Grupo Los que dijeron Oh!

Así como en Oh! intentamos emular la exultancia de Walt Whitman y en las vetustas obras de La Docena quisimos revisar valores que cayeron en desuso, en Peligran los vasos exhibimos estados del alma. Lo del título es una metáfora que el propio espectáculo contradice.. Y así mismo están los personajes: entre certezas, dilemas y fragilidades amenazadas.

Peligran los vasos, movimiento teatral que, a semejanza del Bolero de Ravel, se carcteriza por un ritmo y un tiempo invariables, con una melodía obsesiva, sin modificaciones, salvo los efectos colectivos del grupo, que va en un crescendo acabando con una modulación y un final estruendoso.

Una solución guerrillera, una terapia implacable, una catarsis pública entre pronunciamientos, alegorías y ocurrencias son algunas de las tantas cosas que ocurren en Peligran los vasos, un objeto teatral que espera cobrar gollete ante el público.