Desde una perspectiva marcadamente moderna, que deambula entre la sofisticación y la decadencia y guiados por la búsqueda de un lenguaje propio y original, PROYECTO Q explora diversos rincones del ser, metaforizados en escena tan solo con el movimiento. Mezclando lo natural y lo brutal, los bailarines crean una atmósfera surrealista y mágica, cotidiana pero absurda.
La investigación se focaliza en la narrativa implícita en el uso del espacio y la forma. La construcción/ reconstrucción del cuerpo y las posibilidades que se generan al “unirlo” y “chocarlo” con otro, son trabajadas desde la teatralidad y la gestualidad como partes del movimiento. Interviene también la composición sonora como elemento “activo” dentro de la obra, la energía, el movimiento y las vivencias de los intérpretes como individualidades y como grupo. Para este espectáculo se trabajó a partir de los principios de respeto, investigación, experimentación y amor a la danza. Y a partir de la conciencia de la importancia del arte, en la construcción de un mundo mejor.
Dice Luis Garay, el director:
“Proyecto Q ha significado ante todo un experimento, cada una de las obras y cada uno de sus momentos manifiestan distintos puntos de investigación, diferentes inquietudes y preguntas, tanto en lo “afectivo” (violencia, soledad, deseo, comunicación etc) como en lo “formal” (la quietud, el espacio, la alteración del discurso, la investigación de un lenguaje de movimiento propio).
¿?(QUIEN ES QUIEN) se constituye en tres momentos claramente diferenciables: un trío de mujeres que trabaja la disputa por un espacio personal, la competencia, la espera. Un dúo de chicos que en un principio experimentaba la improvisación en escena y que establece una especie de “juego de poder”. La ultima parte (violinista mas 3 bailarines) es una trabajo cuyo énfasis esta en la investigación de la “alteración”: alterar el discurso, el espacio, la personalidad. El resultado, es una especie de “familia-ejército-comunidad” que básica y metafóricamente habla sobre la incomunicación.
Fue un texto de Oscar Wilde, el factor definitivo que aporto el cierre de estas tres estructuras dentro de una misma línea narrativa, unida formalmente por el lenguaje de movimiento. Lo que más me atrae de esta obra es que sin ser narrativa, delinea una historia, que a su vez, queda libre para que cada espectador imagine su propia versión, sin caer en la abstracción absoluta, tampoco en la narrativa explicita. Debido también a estos tres momentos que se atraviesan, la obra se convierte en un “viaje” visual y emocional dinámico y de distintas intensidades.
Quiérame comenzó como una investigación sobre el movimiento, la construcción de formas, formas en movimiento, (los dúos podrían considerarse como la base coreográfica de este trabajo (aunque hay momentos grupales), luego, desemboca el tema: la imposibilidad del encuentro (amoroso) Es un trabajo menos teatral que ¿?Quien es Quien, mas formal; que también encuentra en una frase de Wilde su identificación. Por sobre todo me gusta como experimento: ¿Cómo lograr que el movimiento, descargado de “emocionalidad” y “afectividad” exprese por si mismo algo que si lo es (como el encuentro?). En quiérame logramos transitar por esa delgada línea, con éxito. “
- Intérpretes:
- Romina Balardini, Luis Garay, Sofía Grenada, Juan Leiba, Virginia López, Mariela Loza, Emanuel Ludueña, Marcelo Lupis, Nicolas Poggi, Natalia Pugliese, Eugenia Scvartzman
- Músicos:
- Marcelo Lupis
- Vestuario:
- Luis Garay, Mariel Judewisz
- Diseño de luces:
- Pablo Fontdevila
- Música:
- Diego Chamy, Andrés Ortega
- Fotografía:
- Natalia Martínez, Facundo Sosa
- Diseño gráfico:
- Lalo Ramallo
- Asistencia de iluminación:
- Pehuen Stordeur
- Arreglos musicales:
- Marcelo Lupis
- Dirección:
- Luis Garay