Fue un espectáculo enmarcado por continuas amenazas. Luego de su estreno, su autor Jorge Schussheim se fue a México. Tato es aquí un mendigo que viste un frac rotoso. El espectáculo estaba formado por diferentes cuadros independientes entre sí, con un hilo conductor muy fino que es la crítica social y política.
"(...) observa constantemente y con agudeza y eso se nota en el libreto, así como la sagacidad con la que interpretó las ideas de Tato para los monólogos. Además, están sus canciones, generadoras en gran medida de un clima escéptico y burlón, tal vez un efecto de su creador. Y por supuesto está Tato que, excelente actor, no deja olvidar su simultánea condición de hábil empresario que sabe tomar distancia, postergando cualquier divismo en beneficio de la empresa común: el espectáculo... Tato habla de la actualidad, de los impuestos, de las facturas, de la burocracia, de la historia política de los argentinos, de sus temores y pesadillas, de la clase media que fue (y ya no es) y hasta formula un par de referencias tan concretas como conmovedoras." La Opinión.
- TEATRO DEL GLOBO (1976)