Hedda

Ibsen escribió Hedda Gabler en 1890. Parece casi imposible que conserve actualidad.
La obra es compleja, dura y no ofrece ninguna solución.
Hedda no es un ser animado por la destrucción, es una víctima.
Víctima de una cultura patriarcal y de su cruel destilado. Víctima de una sociedad que proclama la igualdad pero que no la practica, porque la subordinación de las mujeres respecto del poder masculino persiste, tatuada a fuego. Si Hedda fuera un hombre, seguramente podría disponer de su destino y dirigirse a él a voluntad. Pero no, no puede. Incluso cuando ensaya comportarse con las prerrogativas de un varón.
Pese a los muchos avances en materia de derecho aún hoy las mujeres seguimos pagando nuestras elecciones personales con costos sociales, emocionales y físicos mas altos que los hombres
Hablar de la muerte es tambien hablar de la vida.
Hablar del dolor de no saber es tambien acercarnos a la salida.
Hedda es la expulsión violenta y espasmódica de no poder revelarse a ella misma. Es la mujer que se muerde la cola atrapada en la matriz cultural del patriarcado.
Esta obra esta dedicada a todas las personas -cualquiera fuere su condición de genero- que intentan liberarse de esos patrones. A las que pueden, a las que fracasan, a las que lo intentan.
Nayla Pose

(Hedda es una coproducción de EL BRIO Teatro)
Esta obra cuenta con el apoyo de Fondo Nacional de las Artes y la embajada de Noruega

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