Oscar Viale

Oscar Viale, sin duda uno de los dramaturgos más destacados entre los surgidos en las dos últimas décadas en nuestro país, abordó su vocación teatral transitando inicialmente la disciplina del actor, del intérprete, en la cual tuvo -y aún tiene, aunque esporádicamente- destacadas y elogiadas intervenciones.
Pero, a partir del momento (1967) en que se estrenó El grito pelado, su primera creación autoral, el escritor se fue fagocitando al actor. O, al menos, lo relegó.
Así se fue gestando este hoy reconocido y aplaudido comediógrafo que, a los 53 años (nació en 1932), puede ostentar con orgullo una sólida y coherente producción escénica, en la que se destacan como constantes casi invariables un agudo y corrosivo sentido del humor, notable facilidad para crear tipos y personajes de innegable cuño teatral, un hábil manejo del lenguaje popular y una certera capacidad de observación de la realidad de su tiempo y del mundo que lo rodea.
Todas estas virtudes están expuestas a lo largo de obras como La Pucha (1969), Chúmbale (1971), ¡Yo Argentino! (1976, con otros autores), Encantada de conocerlo, Leonor vs. Benedetto (1978), Convivencia (1979), Intimas amigas, Periferia (1982), Camino negro (1983) Antes de entrar dejen salir (1984) y, ahora, Tratala con cariño (1985), títulos a los que se suman los guiones cinematográficos de Los gauchos judíos (1974), No toquen a la nena (1975), Juan que reía (1976), El infierno tan temido (1981) y Plata dulce (1981), como así numerosos libretos y sketches para televisión.