Cesar Aira

Nacido en 1949 en Coronel Príngles, un pueblo de la provincia de Buenos Aires, en 1967 César Aira se instala en el porteño barrio de Flores. Ambos son espacios muy presentes en su escritura, si bien su capacidad para crear nuevos escenarios, nuevas situaciones y nuevos registros no solamente es extraordinaria sino que está en el centro de toda su obra, y es la que le da unidad y al mismo tiempo expresa la percepción fragmentaria de las cosas.

Esta considerado por muchos como uno de los más grandes exponentes de la literatura argentina contemporánea y como el autor de una obra que se resiste a las clasificaciones.

Su abundante obra novelística, teatral y ensayística, asciende a más de 60 obras, las cuales son actualmente:

Moreira (1975) - Ema, la cautiva (1981) - La luz argentina (1983) - Las ovejas (1984) - El vestido rosa (1984) - Canto castrato (1984) - Una novela china (1987) - Los fantasmas (1990) - El bautismo (1991) - La liebre (1991) - Nouvelles impressions du Petit Maroc (1991) - Embalse (1992) - La prueba (1992) - El llanto (1992) - Madre e hijo (1993) - El infinito (1994) - La costurera y el viento (1994) - Los misterios de Rosario (1994) - Los dos payasos (1995) - La abeja (1996) - El congreso de literatura (1997) - La trompeta de mimbre (1998) - La serpiente (1997) - El Sueño (1998) - Las curas milagrosas del Dr. Aira (1998) - La mendiga (1998) - Cumpleaños (2001) - Taxol : precedido de Duchamp en México y La broma (1997) - La princesa primavera (2003) - La guerra de los gimnasios (1992) - Cómo me hice monja (1993) - El sueño (1998) - La pastilla de hormona (2002) - Las tres fechas (2001) - La fuente (1995) - El tilo (2003) - El todo que surca la nada (2003) - Yo era una chica moderna (2004) - Edward Lear (2004) - Haikus (2005) - Yo era una niña de siete años (2005) - Copi (1991) - El mensajero (1996) - Alejandra Pizarnik (1998) - Diccionario de autores latinoamericanos (2001) - Un sueño realizado (2001) - El volante (1992) - Dante y reina (1997) - Diario de la hepatitis (1993) - Un episodio en la vida del pintor viajero (2000) - Varamo (2002) - Fragmentos de un diario en los Alpes (2002) - La villa (2001) - El mago (2002) - El juego de los mundos : novela de ciencia ficción (2000) - Mil gotas (2003) - Las noches de Flores (2004) - El cerebro musical (2005) - Cómo me reí (2005) - Parménides (2006) - El pequeño monje budista (2006) - La cena (2006) - Pequeño manual de procedimientos (2007) - La vida nueva (2007) - Picasso (2007) - Las conversaciones (2007) - Las aventuras de Barbaverde (2008).

César Aira es un especialista de Alejandra Pizarnik y del escritor franco-argentino Copi. Amigo íntimo del fallecido Osvaldo Lamborghini, es uno de los principales reivindicadores de su obra, habiendo editado sus Novelas y cuentos en dos tomos con prólogo suyo. Uno de sus libros, "La prueba", fue transformado en la película "Tan de repente". A su vez, del libro "La guerra de los gimnasios" se filmó un corto homónimo, ambos por Diego Lerman.

El ha publicado más de sesenta obras. Desde al menos 1991, una particularidad de su trabajo es un casi frenético nivel de escritura y publicación - dos a cuatro libros por año. Aira ha hablado en diversas entrevistas de que elabora una estética avant-garde en la cual, mas que revisar lo que ha escrito, ejercita una "fuga hacia adelante" al improvisar una salida de los laberintos en los que se ha metido. El también busca en su propio trabajo, y elogia en el trabajo de otros ( como en el mencionado Copi, dibujante y novelista cómico), la idea del "continuo", como un movimiento de avance constante en la literatura ficcional. Como resultado, sus ficciones pueden saltar radicalmente de un genero a otro, y a menudo despliega estrategias narrativas de las culturas populares y géneros "subliterarios" como ciencia ficción y telenovelas, y por otro lado, el deliberadamente y en forma frecuente rechaza conformar las expectativas genéricas de como una novela debería terminar, dejando muchas de sus ficciones con un final abierto o abrupto. Así, invoca una suerte de escritura automática y además reivindica la noción de "procedimiento" por encima de la idea de la "obra", pues no le da importancia a los libros como productos bien terminados, con control de calidad. Lo que le importa, como lector y también como escritor, es el autor, en su totalidad, el mito personal que construye con todos sus libros, buenos y malos, y no sólo con los libros: con su vida también."De lo que se escribió un día hay que reivindicarse al siguiente, no volviendo atrás a corregir (es inútil) sino avanzando, dándole sentido a lo que no lo tenía a fuerza de avanzar": es lo que Aira llama el Procedimiento. Su preferencia de la novedad por sobre la calidad responde a un razonamiento que le parece contundente: para que a algo se lo considere "bueno", tiene que ajustarse a paradigmas preexistentes, y la función del arte es crear paradigmas nuevos. No crear objetos bellos, sino crear objetos a partir de los cuales se pueda medir una belleza que hasta entonces no existía. Si bien sus fuentes narrativas van desde el Surrealismo o el Dadaísmo hasta historias fantásticas puestas en por ejemplo el barrio de Flores en Buenos Aires o en su Pringles natal, Aira también retorna frecuentemente a la Argentina del siglo XIX (sus dos libros traducidos al ingles, La liebre y Un episodio en la vida del pintor viajero, son ejemplos de esto; además de su novela más conocida de sus primeros años: Ema, la cautiva). A menudo retorna regularmente a jugar con estereotipos de un exótico Oriente: Una novela china, El volante, y El pequeño monje budista. Además, también disfruta reírse de si mismo y de su infancia en Pringles, en ficciones tales como: Las curas milagrosas del Doctor Aira, Como me hice monja, Como me reí y El cerebro musical. Su novela "Como me hice monja" fue seleccionada como una de las mejores 10 publicaciones en España del año 1998. Hay dos ensayos a su obra editados por la editorial Beatriz Viterbo en Argentina, llamados "Las vueltas de Cesar Aira "de Sandra Contreras, y el de Mariano Garcia "Degeneraciones textuales". Recibió la Beca Guggenheim en 1996.